Columnas Social

Se habla español

Las palabras tienen la palabra

JUAN RECAREDO

Por algo nos llaman hispanoparlantes o hispanohablantes, porque es el que habla hispano, ¡obvio! y la palabra "hispano" significa español, porque la Hispania era el nombre que le dieron los romanos a la península ibérica, que luego se convirtió en el nombre de España.

Bueno, entonces quedamos en que hablamos español, ¿verdad? Ajá. ¿Español de España? Ay no… bueno, el de nosotros no es de España, es de México… o de Colombia, o de Argentina o del país en el que estemos. Ah, entonces no es el mismo español… ¡para nada! Aunque una buena parte de la estructura -digamos que la base- se comparte entre las distintas lenguas de estos países "hispanohablantes", tienen suficientes diferencias como para poder considerarlas lenguas diferentes.

Es que es una adaptación necesaria la que se le da al lenguaje, porque éste es realmente una herramienta que refleja costumbres, tradiciones, formas de pensar… es toda una identidad. Y como cada país es distinto, el lenguaje tiene que adaptarse a la necesidad de comunicación que tiene ese particular grupo de personas. Entonces, nosotros hablamos mexicano porque estamos en México; y los de Cuba hablan cubano, y así lo mismo con los demás países.

Si nos ponemos muy técnicos, a estas derivaciones de un lenguaje "madre" como es el español, se les llama dialectos y dentro de un país como México existen muchos de ellos que están basados en el mismo español, pero que definitivamente tienen diferencias notables. Por eso, en el norte de México, decimos que un "guamazo" es una bofetada, o le decimos "arrastrao" a alguien que es muy flojo, como mi compadre, que me recuerda al chiste ese que dice: "¡Vieja, tráeme el antídoto para los alacranes!" "¿Por qué? ¿Te picó uno?" "No, pero ahí viene caminando para acá". Ya ni por eso le dan ganas de moverse a mi compadre.

Mientras tanto, en otras partes de México tienen sus propias palabras y frases… "¡cámara ñero!" dirá probablemente un tepiteño, es decir, un habitante de Tepito o de alguna otra zona de la Ciudad de México, para decir… pues lo que quiera decir. Yo no lo sé porque soy norteño.

Así que la intención de algunos que desean que se tenga un español general o "neutro" -según ellos- es, para mí, imposible de lograr. ¿Y qué sentido tendría? Si el lenguaje es sumamente dinámico y se adapta regionalmente cada vez con mayor rapidez gracias a su difusión a través de las redes sociales.

Si acaso, pienso que este fenómeno de expansión de la lengua nos brinda la oportunidad de aprender regionalismos -palabras específicas de una región- que utilizan otras personas que también hablan español pero que es distinto al de nosotros y así entender, de manera directa, sobre sus costumbres e ideas.

Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios.

[email protected] Twitter: @donjuanrecaredo

ME PREGUNTA:

Jesús Casas: ¿es cierto que a una persona diabética también se le puede decir "diabática"?

LE RESPONDO:

No Jesús, porque no es lo mismo. Diabético es que tiene diabetes y diabático es un término de Física que significa que algo lleva consigo intercambio de calor.

LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA:

Dijo Groucho Marx: "El humor es la razón cuando la vida se ha vuelto loca".

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