La noche del domingo, la mujer intentó lanzar a la niña al canal de riego que pasa por Matamoros. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Toda una historia trágica hay atrás del hecho ocurrido la noche del domingo, el cual fue grabado de manera casual en el poblado Los Ángeles, perteneciente al municipio de Matamoros, cuando la abuelita de una niña de 9 años intentaba arrojarla al canal de riego en ese lugar, pero fue rescatada por los ocupantes del autobús de transporte de personal.
Corina, abuelita de la niña, fue vista la tarde noche del domingo anterior por el conductor y ocupantes del autobús, cuando la niña gritaba pidiendo ayuda, ya que la abuelita, quien se encontraba desnuda, la jalaba de la mano derecha y la blusa para llevarla al canal, pero al final fue rescatada.
David Rojas Rocha, titular de la Procuraduría para Niños, Niñas y la Familia (Pronnif), informó que ya tienen el caso en sus manos y están investigando la situación para determinar quién se puede quedar con la niña y su hermano, de 11 años de edad.
De acuerdo con los hechos dados a conocer por El Siglo de Torreón, hace 6 años, la mamá de los niños, estuvo tomando en su casa el último día del año 2014, con su esposo Jorge, quien en ese entonces tenía 25 años de edad.
El matrimonio se llevaba bien pero esa noche que decidieron tomar para festejar el Año Nuevo, comenzaron los reclamos por parte de la mujer, ya que, según declaró ella misma a las autoridades, Jorge pretendía separarse y dejar a su familia.
De la discusión pasaron a los golpes y ella se apoderó de una piedra y lo golpeó en la cabeza, luego al darse cuenta que estaba muerto, lo metió en una bolsa de plástico negra y lo mantuvo oculto en el patio de la casa tres días, hasta que al final las autoridades descubrieron el crimen, ya que ella lo había reportado y al interrogarla cayó en contradicciones, quedando internada en el Cereso, donde se encuentra todavía.
A raíz de ese hecho, la abuelita paterna de los niños se quedó con ellos pero luego la mujer comenzó a presentar problemas mentales por la pérdida de su hijo y ya en varias ocasiones había mostrado actitudes fuera de lo normal.
Los pequeños se encuentran en casa de un tío materno, en Torreón, pero serán las autoridades de la Pronnif quien determinen si pueden vivir en un ambiente tranquilo y que se les cubra su derecho a la alimentación y educación.
