El año pasado JAC abrió tres nuevas agencias en Tuxtla Gutiérrez, Coahuila y Durango, para sumar 40 distribuidoras. (EFE)
Después de la fallida incursión de los autos chinos FAW en 2008, a partir de 2016 llegaron las marcas BAIC y JAC, y el año pasado, MG, perteneciente a SAIC.
JAC, cuya fabricación está a cargo de Giant Motors en Hidalgo, logró que sus ventas disminuyeran solo 9.3 % el año pasado, al colocar 4 mil 271 unidades, cuando la industria automotriz registró una caída total de 28 %.
Elías Massri, director general de JAC, dijo que la clave para convencer a los consumidores de la calidad de sus vehículos es darles respuestas antes de que hagan preguntas.
La primera carta que juega JAC para atraer a sus potenciales compradores es que siendo una marca china se ensambla en México, por lo que los vehículos están adaptados a las necesidades del mercado nacional.
"El sello Hecho en México nos enorgullece, los vehículos se arman, acondicionan y tropicalizan conforme a las necesidades del mercado nacional, a la altura y el manejo peculiar del país".
JAC tiene 0.4 por ciento del mercado mexicano. El año pasado abrió tres nuevas agencias en Tuxtla Gutiérrez, Coahuila y Durango, para sumar 40 distribuidoras.
La compañía lanzó cuatro nuevos modelos y su línea de vehículos comerciales.
"Hay países que tienen hasta 20 marcas chinas, como Chile. México se ha distinguido por permitir una diversidad enorme en coches", apuntó Massri.
En octubre de 2020, en plena pandemia del COVID-19, llegó una nueva china: MG Motor, perteneciente al fabricante chino SAIC.
En cinco meses, MG vendió 2 mil vehículos y abrió 19 agencias.
Daniel Nava, vicepresidente de Operaciones, dijo que la marca se está aceptando bien, ya que su origen es británico y mucha gente la conoce, pero cuenta con el respaldo del fabricante SAIC.
MG tiene como meta alcanzar 1.5 % de participación de mercado en el primer año. El directivo aseguró que el equipamiento y calidad de ensamblaje es superior a lo que tienen en mente los consumidores mexicanos.
MG está compitiendo en SUVs compactas y medianas. En cambio, BAIC no tuvo un buen desempeño en 2020.
El año pasado comercializó solo mil 544 vehículos, 52 % menos que en 2019.
Cuando llegó al país en 2016, su plan de comercialización estaba dividido en tres fases: primero, importar vehículos terminados; segundo, ensamblar algunos modelos en Veracruz, lo que ocurre desde mayo de 2017; y tercero, instalar una planta.
Sin embargo, para instalar una planta la compañía necesita vender por lo menos 50 mil vehículos en América Latina para justificar la inversión. BAIC no estuvo disponible para una entrevista.
La firma J. D. Power considera que las marcas chinas tienen una buena oportunidad este año, en el que los consumidores buscan vehículos más económicos, pero su principal reto es la percepción de calidad y refacciones.
En 2008, Grupo Salinas Motors importó autos chinos FAW con la promesa de instalar una planta en Michoacán, pero la fábrica nunca se construyó.
POR CIENTO
disminuyeron las
ventas de JAC durante el año pasado debido
a la pandemia.
