Brasil, el país más azotado por la enfermedad en la actualidad, registra ya 328,206 muertes. (AP)
El ministro de Salud de Brasil, Marcelo Queiroga, se reunió este sábado con los dirigentes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para explorar vías que permitan acelerar la vacunación anti-COVID en los próximos 3 meses.
Una de las posibilidades analizadas fue la de adaptar las fábricas de vacunas de animales para la producción de antígenos contra la COVID-19, según informó Queiroga tras el encuentro virtual con el director general de la OMS, Tedros Adhanom.
"Con la OMS y OPS tenemos un acuerdo de cooperación técnica para ampliar la producción de vacunas en Brasil. Van a verificar parques industriales de vacunas de animales para posible producción de vacunas de humanos. No solo para usar aquí, sino para ofrecer en el futuro próximo a otros países de Latinoamérica", explicó Queiroga, médico de profesión, en una rueda de prensa.
Queiroga señaló que la Fundação Oswaldo Cruz y el Instituto Butantan, encargados de producir en Brasil la vacuna de la Universidad de Oxford y de la china Sinovac, respectivamente, tiene previsto entregar 30 millones de inmunizantes a lo largo de abril.
De esa forma, el ministro, quien asumió la cartera de Salud el pasado 23 de marzo tras la salida del general Eduardo Pazuello, se comprometió a mantener la marca de 1 millón de personas vacunadas a lo largo de abril, en momentos en los que el país atraviesa el peor momento de la pandemia, con una media de 3,000 muertos por día.
Brasil, el país más azotado por la enfermedad en la actualidad, registra ya un total de 328,206 muertes por COVID-19 y 12,910,082 casos desde el inicio de la crisis sanitaria, hace poco más de un año.
El titular de Salud también informó sobre la posible participación de las Fuerzas Armadas en la campaña de inmunización, "ya sea en la logística de distribución" o "a través del cuerpo técnico del área de salud".
A diferencia del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, Queiroga defendió el uso de la máscara y el distanciamiento social para evitar la circulación del virus, pero recalcó que "evitar el confinamiento total es la orden".
