La metáfora apuntada arriba es estructurada por Sor Juana con léxico de la nutrición para decir que quien mejor capta lo que estudia, incorpora a su conocimiento lo observado.
Al destruir el hipérbaton y poner en prosa llana, el adagio versificado de la Décima Musa, queda así: el que digiere bien las obras de otros, hace de alimentos ajenos sustancia propia.
Ese adagio creado por Sor Juana, se lee (o escucha) cuando lo dice Música, quien sigue el pensamiento de Ciencia, ambas personificaciones alegóricas en la oda que, escrita por la Décima Musa, se representó para festejar el cumpleaños de fray Diego Velázquez de la Cadena.
Como es notorio, el adagio lleva el propósito de estimular el mejor estudio de las obras de otros para enriquecer el pensamiento propio.
La Fénix Americana y Emperatriz del Idioma dejó dicho en su Respuesta a Sor Filotea que para ella el estudio y la lectura no eran deber, sino manera de descansar, y que sus esfuerzos para adquirir conocimiento los “sufría” gustosa.
Al obispo Manuel Fernández de Santa Cruz, disfrazado de Sor Filotea, le escribe en la famosa “Respuesta…”: “proseguí, digo, a la estudiosa tarea (que para mí era descanso en todos los ratos que sobraban a mi obligación) de leer y más leer, de estudiar y más estudiar, sin más maestro que los mismos libros.
Ya se ve cuán duro es estudiar aquellos caracteres sin alma, careciendo de la voz viva y explicación del maestro; pues todo este trabajo sufría yo muy gustosa por amor a las letras”.
Así, Sor Juana dice, “hace, el que bien digiere / de otros las obras / de alimentos ajenos / sustancia propia”.
