Polariza. El presidente estadounidense, Donald Trump, justificó ayer en un tuit el asalto al Capitolio por parte de sus simpatizantes, al alegar que respondía a un presunto fraude que le robó la victoria en las elecciones; Twitter suspendió su cuenta. (EFE)
La presidencia de Donald Trump tocó fondo este miércoles luego de que en un hecho inédito miles de manifestantes asaltaran violentamente el Capitolio cuando se celebraba la sesión que reafirmaría el resultado electoral del 3 de noviembre, en el que salió victorioso el demócrata Joe Biden.
Turbas armadas, con banderas estadounidenses, confederadas y otras con el rostro del mandatario saliente, obligaron a los senadores a huir del recinto legislativo mientras que las fuerzas del orden, incluida la Guardia Nacional, tuvieron que ser desplegadas para controlar a la multitud enardecida, que motivada por teorías conspirativas pausó por horas el funcionamiento de la democracia estadounidense.
El origen de la inédita tarde del miércoles comenzó cuando el presidente Trump, en un último intento de frenar lo que ha considerado, sin fundamentos, una elección fraudulenta, llamó a sus simpatizantes para hacer una demostración de fuerza.
En defensa de los senadores incluso llegó el Servicio Secreto para auxiliar en las labores de evacuación de los políticos cuando la ola de violencia ya se desarrollaba dentro de los muros del Congreso.
De acuerdo con medios internacionales, se pudo apreciar gente con armas, incluyendo de grueso calibre, destrozando equipo tecnológico y mobiliario; incluso un simpatizante del presidente se paró en el atril de la Cámara Alta para gritar que Trump era el presidente legítimo.
Cabe destacar que agentes policiales se defendieron con armas de fuego y en el Congreso una mujer resultó herida por un proyectil que impactó en su pecho, posteriormente fue declarada muerta en un centro médico; después la policía reportó otros tres fallecidos -dos hombres y una mujer- por emergencias médicas no detalladas.
Mientras se desarrollaba la violencia en el Capitolio, el presidente Trump mandó un mensaje exclusivamente en sus redes sociales, donde justificaba el asalto al Congreso por tratarse de una "elección robada", y su posicionamiento contra los incidentes fueron tibios.
Ante estos hechos, las redes sociales Twitter e Instagram suspendieron la cuenta oficial de Donald Trump por un margen de 12 horas, algo que no había ocurrido con anterioridad.
Por su parte, el vicepresidente Mike Pence, quien horas antes desafió a Trump señalando que no podía, como lo presionó el mandatario, revertir el resultado electoral en la sesión del Congreso, fue más firme que el propio presidente en su reclamo de parar la violencia.
En tanto, la alcaldesa del Distrito de Columbia decretó toque de queda hasta hoy y después estado de emergencia por 15 días.
Tras todos los hechos, los senadores, conmocionados, volvieron la noche del miércoles para finalizar con el debate por las elecciones presidenciales.
Ya en la Cámara, senadores y representantes rechazaron la moción para bloquear el conteo de votos en Arizona y Pennsylvania, allanando el camino a la certificación del triunfo de Biden por 306 votos electorales, contra 232 de Trump, quien desde la pantalla de televisión siguió su último intento fallido por mantenerse en el poder.
