En varios tramos del margen se fortalecieron los bordos con sacos de arena, aunque en algunos puntos el caudal los alcanzó sin afectaciones.
“Con mucho sacrificio hace uno sus cosas como para andar dejando solos nuestros hogares”, fueron las palabras de uno de los pobladores del ejido Petronilas, quien se niega a abandonar su hogar en caso de que la creciente del río Aguanaval pueda anegar su comunidad, una de las de mayor riesgo por la cercanía al caudal.
Ante la alerta de un intenso crecimiento del río por las lluvias registradas en las últimas horas, El Siglo de Torreón realizó un recorrido terrestre y aéreo por las diversas comunidades de Viesca y Matamoros, por donde pasa el río Aguanaval.
Durante el trayecto, era constante observar los equipos de seguridad de los tres niveles de gobierno resguardando los márgenes del vado, algunos alertando a la población de prevenir sus cosas en caso de desbordarse el río, otros alejando a los curiosos.
Un equipo se encargó de reforzar los bordos, en especial en los ejidos Nueva Reynosa y Buena Vista, donde había filtraciones.
