La muerte del hombre y la menor de dos años que le acompañaba recordó la muerte de Alan Kurdi, de dos años de edad, el migrante sirio que falleció ahogado al naufragar en el mar Mediterráneo. (ARCHIVO)
El hombre y su hija de poco menos de 2 años yacen ahogados boca abajo, en una orilla del río Bravo en Matamoros.
La camisa negra del hombre estaba subida a la altura de su pecho y la cabeza de la menor está metida dentro de la prenda. El brazo de la niña está estirado por detrás del cuello de su padre, sugiriendo que ella se aferró a él hasta el último minuto.
La foto pone de manifiesto los peligros que enfrentan los migrantes, en su mayoría centroamericanos, que escapan de la violencia y pobreza con la esperanza de llegar a Estados Unidos.
Padre e hija fueron arrastrados por la corriente y fueron descubiertos el lunes por la mañana.
Cabe recalcar que la familia salvadoreña se metió al río ante las larguísimas esperas para poder ser procesados en los centros de atención de Aduanas e Inmigración estadounidense.
La fotografía recordó que en 2015 un caso similar conmocionó al mundo. Alan Kurdi, de dos años, fue un migrante sirio que falleció ahogado al naufragar el barco en el que viajaba por el mar Mediterráneo, luego de escapar junto a su padre de la guerra en Siria.
