Después de todos los casos reportados de celulares Samsung Galaxy Note 7 que explotaban, la empresa decidió retirarlos del mercado y pedir a sus clientes que devolvieran los productos comprados para ser reemplazados. Pero entonces el Departamento de Transportes de Estados Unidos también prohibió a los viajeros subirse a los aviones con ellos, seguidos por otros países que tomaron las mismas medidas.
Para lidiar con esta situación, la empresa surcoreana ha decidido poner cabinas especiales en los aeropuertos, donde los clientes pueden realizar el cambio de su celular dañado (y prohibido).
El programa comenzó primero en Corea, después se extendió a Australia y Estados Unidos y se espera que con el tiempo se siga haciendo lo mismo en otros aeropuertos internacionales.
La compañía ha pedido a sus clientes cambiar sus teléfonos antes de viajar por avión para evitar inconvenientes, pero en caso de no poder hacerlo, los invita a acercarse a estas cabinas provisionales, por la seguridad propia y de todos los demás pasajeros.
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