Le dan 28 años de prisión por matar a su hijastro de tres años

El infanticida Roberto Guadalupe "N", aceptó sujetarse al proceso abreviado y recibir una sentencia de 28 años de prisión y 50 mil pesos de reparación de daño por haber asesinado a golpes a su hijastro.

Al imputado se le fincó proceso penal por el delito de homicidio calificado con premeditación, ventaja, tormento y traición.

Aceptó ser el autor del asesinato y pidió a cambio una reducción de sentencia.

El acusado prefirió no seguir con el juicio que podría llevarlo a una pena corporal privativa de la libertad de hasta por 40 años, y negoció con la fiscalía una sentencia menor a cambio de su confesión para reducir el tiempo del proceso en el tribunal.

Este martes, el acusado compareció en el Centro de Justicia Penal de Frontera para ratificar o cancelar el procedimiento abreviado que solicitó por el delito de homicidio calificado con premeditación, ventaja, tormento y traición.

Roberto Guadalupe había solicitado un procedimiento abreviado, es decir asumía su responsabilidad por los hechos que lo que lo acusaban con la intención de recibir una pena menor a la establecida por la ley.

ACUSACIÓN

De acuerdo al expediente, los hechos ocurrieron en septiembre del 2017 cuando el acusado junto a su pareja Rosa Angélica Cárdenas y madre del finado, así como los hijos de ésta, José Luis, de tres, y un pequeño de un año y medio se encontraban conviviendo con unos amigos en la colonia Libertad, en el vecino municipio de Castaños.

“Pepito” el mayor de ambos niños, hizo sus necesidades fisiológicas en el pantalón, lo que generó la furia de su padrastro que comenzó a golpearlo delante de la gente para después bañarlo con agua.

Por la madrugada el imputado y su familia regresaron a su domicilio, ubicado en la colonia 21 de Marzo donde Roberto ordenó al pequeño “Pepito” recostarse para castigarlo porque ensució su ropa.

Con una rama de un árbol machacó al infante con más de 80 brutales golpes, principalmente en los glúteos, hasta matarlo por hemorragias internas.

Presuntamente la mamá del menor presenció todo sin hacer nada para proteger a “Pepito”. El hermanito menor también fue testigo de los hechos según el expediente.

Cuando el pequeño torturado perdió el conocimiento y no reaccionaba a los estímulos de sus padres, éstos lo llevaron al Seguro Social donde los médicos lo declararon muerto.

Durante el juicio, el sujeto reconoció su deseo de desistir del juicio largo y con riesgo a mayor castigo y pidió un procedimiento abreviado, en el que reconocía ser el homicida. Su objetivo fue reducir la sentencia por una pena menor a la que habría alcanzado en el proceso.

Las negociaciones entre el Ministerio Público y su defensa llegaron a un acuerdo de 30 años, pero al acusado le pareció inicialmente mucho tiempo. Aceptó finalmente 28 años de prisión más el pago de indemnización de 50 mil pesos como reparación del daño.