Peyton, te vi jugar desde que me enamoré de este deporte hace más de 16 años, era increíble verte comandar las ofensivas de 2 minutos, analizar la defensa y cambiar a tiempo para engranar la jugada perfecta.
Ayer te enfrentabas al mejor equipo de la temporada, que para tu suerte salió con el miedo escénico en las venas, hoy tienes en tus manos tu segundo trofeo Vince Lombardi, dos años después de aquella aplastante derrota ante Seattle. Te levantaste y volviste al rodeo para regresar a lo más alto, en una temporada donde las lesiones te aquejaron, pero tu equipo te arropó, tu sustituto hizo lo necesario para que estuvieran en Playoffs como el mejor sembrado, y hoy son campeones del mundo.
En lo que he podido ver, apreciar y amar este deporte he tenido dos ídolos, Ray Lewis y tú, el 52 se retiró con la gloria en sus manos, tuvo su último viaje aquella noche del 2013 con el Lombardi en las manos.
Anoche quizá tuviste tu último rodeo, repitiendo la misma historia que la de Ray, éste no es el momento de dar la noticia pero sé que en tu familia ya lo tienen claro, así es que gracias por cada partido, por cada pase, cada touchdown, cada snap, engrandeciste este deporte, tus records lo avalan, ojalá pudiéramos tenerte 5 años más pero el tiempo no pasa en vano, resurgiste como el ave fénix después de la lesión en el cuello, cuando muchos creían que no podrías ni siquiera volver a jugar, Elway creyó en ti, tal como Pat creyó en él, y no defraudaste a toda esa magnífica estructura deportiva de Colorado.
Aceptó que no soy seguidor de los Broncos, soy aficionado de ti, del gran Peyton Manning, tal como lo fui de Lewis, porque no es sólo lo que hacen dentro del emparrillado sino los ejemplares que son fuera de él, como líderes y como pilares en sus comunidades, eso es lo hermoso de la NFL, forman líderes de vida y los exaltan a un Salón de la Fama, que es el cielo del futbol.
"Este juego me enseñó como ser un hombre. Este juego me enseñó que si me derriban, tengo que volverme a levantar". "Este juego significa mucho para mí. Nunca podría amar a nada que no me pudiera amar de vuelta, me gusta este juego, me enseñó a vivir con dolor, me enseñó mucho sobre la gente, sobre el tiempo, sobre el enfoque y la dedicación. La presentación de uno mismo y sacrificios.". Palabras de Deion Sanders cuando lo recibió el Salón de la Fama. Las pongo para que se entienda la riqueza del futbol americano, es formación, es hermandad, es familia.
Replico esas palabras ya que a través de cada anécdota, de cada aspecto dentro y fuera del juego, aprendí de esos ídolos, cada historia de perseverancia, de trabajar fuerte para lograr el éxito, por eso amo este deporte con el corazón, tengo a mi equipo que son los Cowboys, pero Dios como amo este deporte, ayer vi a mi último gran ídolo en la cima del mundo y sé que podría no volver a verlo el próximo mes de septiembre por que los 40 años que está por cumplir no pesan en la inteligencia cerebral, pero si en lo físico, y detrás vienen jóvenes de calidad como Osweiler.
Fueron casi 18 años en la NFL, así es que por mi parte no queda más que decir GRACIAS PEYTON.
Hiram Alcalá
